La caperucita no resultaba roja, era algo «feroz» y el lobo iba con piel de cordero…
Había una vez un lobo que mutaba, a veces era un lobo y otras veces un corderito… cuando le interesaba entonces parecía muy amigable, muy suavecito, pero si no ibas por donde te indicaba entonces te sacaba los dientes, y eso generaba mucha sorpresa y muy desagradable.
Caperucita iba tan contenta por el bosque porque pensaba que solo debía temer de los lobos, pero cuando se le acercó el corderito pensó que incluso podía jugar con él. Cuando el corderito le preguntó dónde iba ella respondió que a casa de su abuelita, y el corderito le dijo que cogieran ese atajo por donde irían antes y mejor.
Caperucita estaba muy contenta y se decidió a seguirle, el corderito no hacía más que preguntarle y decirle lo bonita que era. Pero cuando estaban a mitad de camino… caperucita se paró a pensar por dónde estaban caminando y se cuestionó si era el mejor camino, se lo dijo al corderito y este ya enseñó sus primeros colmillos, porque pensó que era una caperucita feroz.
Caperucita se quedó muuuuuy desilusionada por su reacción… al corderito perverso no le gustaba que le contradijeran, pero siguió preguntando hasta que la mordió, y decidió no volver a preguntar por miedo a que le mordiera de nuevo… al fin y al cabo.
Todos sabemos como acaba el cuento de caperucita pero éste no va a acabar así, resulta que Caperucita decidió que no iba a seguir al lobo y que si éste insistía tanto POR algo sería… y que si llevaba piel de cordero no era porque tuviera frío sino porque realmente lo que quería era dos cosas muy diferentes, en primer lugar … engañar, pasar desapercibido y ocultar su verdadero lobo, y en segundo lugar lo que pretendía era que al menos alguien le hiciera caso y asustarle, porque le daba taaaaanto miedo estar entre lobos… que tenía que sacar su miedo asustando a los demás… porque el que ya le hubiera visto varias veces con piel de lobo ya sabría de que iba el cuento…
Así que Caperucita, le sorprendió a él y no se asustó otra vez. Sí es cierto que al principio la cogió por sorpresa pero cuando el lobo con piel de cordero volvió a ir de corderito indefenso Caperucita ya sabía qué quería. Y no era lo mismo que quería ella así que decidió coger al lobo cual jinete a un búfalo y aunque el lobo resoplaba mucho, ella sacó del bolso un collar con el que lo ató y lo paseó por el bosque hasta que lo llevó donde tenía que estar, y donde era el lugar de los lobos con piel de cordero, el bosque profundo, ahí si iba con los lobos que no tenían piel de cordero… ¿qué creéis que le acabó pasando al lobo…? que los otros lobos lo confundieron con un corderito y se lo comieron, por intentar engañar… estaba claro que ese truco solo le funcionaba cuando engañaba, porque con los feroces no…
Así que sin más, éste es el microcuento que he querido dedicar a aquellas personas que tanto quiero y que alguna vez les han hecho sentirse como una caperucita indefensa… Moraleja: a partir de ahora los lobos se comen entre ellos, y la caperucita aprende a saberlos llevar como se merecen, con BOZAL.
En este cuento no aparece la abuelita porque está donde debería estar, tranquila en una cafetería tomando café con sus amigas y dejando en paz a su nietecita, que mira que mandarla a por pastitas por en medio del bosque, menuda mala idea tenía la abuela…
La orquesta Mondragón ya habló sobre una caperucita feroz.. Ya hay quien ha escrito sobre ello, La Caperucita Feroz.
jajajjaa buenísimo!!!