Redes sociales de dating y su comportamiento humano, éste es el título del ebook que hemos escrito sobre las redes sociales de ligue, heteros y gays.
Trabajé en Berlín, en studivz.net y desde allí hacíamos uso de las redes de dating para conocer a nuevos usuarios, durante 6 meses fuimos usuarios muy activos «heavy users» de redes sociales de dating, durante ese tiempo nos dimos cuenta de que loas personas que estaban dentro de ellas eran muy activas y algunas empresas empezaban a invertir en publicidad en ellas. Desde entonces me di cuenta que estas redes sociales son un espacio muy potente para el acercamiento de las personas.
Rotundamente no, de hecho hay quien las detesta, porque todos tenemos vida pública, privada, íntima y una parte MUY secreta… no siempre conocida ni imaginada.
Investigación
Tras 4 meses de investigación de las redes citadas, interaccionando con los usuarios a diario, mínimo de 2 horas al día. Con una media de 10 users por red… No es moco de pavo… os muestro algunas conclusiones:
1) Cuidado con lo que publicáis, sobretodo a nivel de reputación personal y hasta profesional si no tenemos cuidado con 2 criterios muy improtantes (legalidad y seguridad informática)… estamos vendidos.
Algunas webs compartenbase de datos, suelen ser empresas con otro nombre.
Hay muchos perfilesfalsos para enganchar a la gente y poder dinamizar mejor la comunidad.
En las redes de dating como Ashley Madison, cuando hablas con personasenparejaconfiesan que no han llegado a quedar con nadie, pero que sí han “ciberligado”, en cambio en Badoo no, allí hay mucha “relaciónfugaz”.
Muchas alertas de emailno son reales, pueden ser de usuariosnoactivos.
En C-date y Badoo el número de emails que recibes es directamenteproporcional al número de veces que te conectas. Sidejas de conectarte te dejan de llegarmails. Debe ser que detectan que entras y de repente la comunidad te acoge. Si en cambio estás online unos días, tu nivel de “populariad” decae en picado.
L@s casad@s de AshleyMadisonacostumbran a cambiar de redconforme se enteran que en VictoriaMillan es gratis.
En las webs en las que algunos usuariospagan y las mujeresno, algunos lo interpretanmal y tienen un trato muy malo con las féminas. Parece que lo de pagar da ese derecho.
Las personas a veces se comportan comotontos, o tienen foto de cara en el perfil o la meten en el escaparateprivado del que te dan la llavenadamáspedirla y sinconocerte de nada.
Me ha pasado encontrarme con novios de amigas, o con conocid@s en pareja… y es un problema… porque casitienes la obligación moral de decirlo…
Después de 4 meses te das cuenta que están casi siempre los mismos en todas las webs, o se aburren o ninguna funciona al 100%.
Los miedos interiores al final no son más que eso miedos: «El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado (muchas veces, el miedo se proyecta como ALARMA de alguna mala experiencia pasada).
Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por ejemplo el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo esta relacionado con la ansiedad.
Tener miedo es sano, nos pueden alertar de un peligro o una amenaza, son una defensa, pero si nos paran a poder desarrollar nuestra vida normal, entonces no son buenos, pueden no estar basados en la realidad incluso hacernos verla diferente.
Existe miedo real cuando la dimensión del miedo está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia»
En el vídeo que hoy os hemos dejado hablamos de eso, justo, de los miedos y de cómo tratarlos. Algunos les llamamos demonios, cada uno tiene los suyos, y al final vienen de lo más profundo. Pero ¿qué hacer con ellos? Os animamos a ver el video y valorar qué os parece la actitud de la persona que protagoniza el mismo.
El análisis transaccional
Nos puede ayudar a poder analizar mejor nuestros miedos y nuestra personalidad, hay un concepto llamado Estados del yo, en el qe se define como sistemas coherentes de pensamiento y sentimiento manifestados por los patrones de conducta correspondientes; son los componentes de la personalidad y pueden clasificarse en tres tipos llamados Adulto, Padre y Niño.
Cada persona durante cada día puede ubicarse en un tipo u otro, variando su modo de sentir, pensar y actuar según el estado del yo en que se encuentre.
Padre: la personasiente, piensa y actúa de modo similar a la versión que ha interiorizado de una figura relevante de su infancia (autoridad). Estas figuras son principalmente los padres, y también abuelos, tías y tíos, hermanos y hermanas varios años mayores, cuidadoras, vecinos e incluso personajes de películas. Así, alguien puede comprar fruta pidiéndola con la misma frase que utilizaba su madre reproduciendo su modo de cruzarse de brazos y sostener la cartera, a la vez que piensa que hay que vigilar la balanza del peso pues hay que desconfiar de los tenderos.
Adulto: acorde con las capacidades que se han ido desarrollando a lo largo de la vida, los conocimientos que ha ido adquiriendo y la experiencia que ha venido acumulando, la persona en su momento actual tiene un modo de sentir más estable, un modo de pensar que considera tanto lo específico e inmediato como el contexto general y las consecuencias y puede modular su comportamiento. Quien esté situado en un estado del yo Adulto, además de sentirse muy alegre con el millón de euros ganado en la lotería, sopesa qué hacer con el mismo. Por eso, mantiene el anonimato frente a los representantes de entidades bancarias que se agolpan en la administración donde registró el boleto y que ofrecen vistosos regalos si el afortunado guarda el dinero en su banco.
Niño: el modo de sentir, pensar y actuar es similar al de cómo lo hacía la persona en determinadas épocas de su infancia; la cual se caracteriza en general por la preferente intensidad y volubilidad emocional, pensamiento predominantemente centrado en lo inmediato y comportamiento tendente a ser impulsivo. Una persona de cincuenta años ubicada en este tipo de estado del yo, puede entusiasmarse ante una oferta de calzado de “pague 2 y llévese 3” y comprar cuatro pares de zapatos; sin dar importancia a que los números que quedan son dos tallas superiores a la suya, del mismo modo que quería de pequeño un abrigo por sus colores vistosos, aunque le estuviera muy pequeño.
Los miedos más inconscientes estarían ahí albergados.
Con esta reflexión lo que nos gustaría es poder transmitir dos ideas:
La cercanía al miedo es buena, acercarnos a nuestro niño interior, a nuestros miedos para poder intentar entenderlos, racionalizarlos, calmarlos y enfrentarlos. El miedo al abandono, el miedo a la pérdida, el miedo al dolor…
El cambio, la voluntad y la capacidad de cambio existe, sólo deberíamos tomar conciencia para empezar, acercarnos a nuestros miedos e intentar entenderles de manera que una vez hayamos tomado conciencia de ellos seamos capaces de poder contar con la capacidad de mejorarlos.
Sin más dilación, pasaron a los preámbulos. Se convirtió en una cita que culminó en una catarsis de confusión y sábanas en la que se vieron envueltos sin ellos quererlo. La habitación parecía un hervidero de almas deseosas de cariño carnal, después de tantos años de olvido y quilos de malentendidos. Los dos sabían que aquello, en el fondo, no estaba bien. Pero era lo que se encontraron. Era lo que querían.
La ropa se apartó de la escena a los pocos segundos, y dejó paso a las caricias y a las confesiones que, años atrás, habrían cambiado el rumbo de las cosas. No podían apenas articular palabra y dejaron a sus corazones latir al ritmo del vaivén que les llevó directos al paraíso. Sus cuerpos enfundados en una burbuja aislante de cuchicheos, rozaban la perfección en esa comunión de pieles sudorosas en las que se vieron envueltos el jazmín y el sándalo. Ambos recorrían cada rincón del otro tocando botoncitos, jugando al escondite y buscando lugares recónditos con tesoros escondidos. Sus aromas se mezclaban con la atmósfera roja de las luces de neón del burdel de la calle que, frente a la ventana, dejaba escapar otros gritos e insinuaciones no aptos para los más recatados.
Se perdieron en cada deseo, se encontraron en cada gemido. Se robaron la inocencia perdida de quién no sabe lo que le viene encima pero más que nadie conoce lo que ha sufrido. El jazmín se agarró con fuerza a la raíz del sándalo, y no lo soltó hasta estar seguro que era suyo y que acababan juntos de la mano ese sendero de pasión y dudas.
A la mañana siguiente, no se acordaban de nada. El sueño había prescrito.