Danza del vientre Barcelona con nativa marroquí

Danza del vientre en Barcelona para clases, taller o bien para exhibición.

La profesora es nativa marroquí y tiene años de experiencia, es profesional de la danza del vientre y de terapias femeninas.

Hace talleres de danza del vientre en Barcelona, clases de danza del vientre en Barcelona, exhibición danza del vientre en barcelona.

Día Internacional de la Mujer

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Mujer valiente, entregada y prisionera. Ligada a su destino y amante de las sorpresas. Que el azar te siga dando alas para vivir a tu manera, sin rendir cuentas a nadie más que a tí misma.

Mujer independiente, tenaz y fuerte. Competitiva en la vida, inteligente sin medida. Que tu amor por la vida y el aire que respiras te hagan immortal a ojos de los que te admiran.

Mujer guerrera, madre, amiga. Amante de noche, luchadora de día. Que tus princpios fortalezcan a tus finales como el sexo femenino que eres, líder de pensamientos y revolucionaria del mundo.

MSM

Análisis transaccional: miedos internos y sanación del niño interior

Los miedos interiores al final no son más que eso miedos: «El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado (muchas veces, el miedo se proyecta como ALARMA de alguna mala experiencia pasada).

Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por ejemplo el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo esta relacionado con la ansiedad.

Tener miedo es sano, nos pueden alertar de un peligro o una amenaza, son una defensa, pero si nos paran a poder desarrollar nuestra vida normal, entonces no son buenos, pueden no estar basados en la realidad incluso hacernos verla diferente.

Existe miedo real cuando la dimensión del miedo está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia»

En el vídeo que hoy os hemos dejado hablamos de eso, justo, de los miedos y de cómo tratarlos. Algunos les llamamos demonios, cada uno tiene los suyos, y al final vienen de lo más profundo. Pero ¿qué hacer con ellos? Os animamos a ver el video y valorar qué os parece la actitud de la persona que protagoniza el mismo.

El análisis transaccional 

Nos puede ayudar a poder analizar mejor nuestros miedos y nuestra personalidad, hay un concepto llamado Estados del yo, en el qe se define como sistemas coherentes de pensamiento y sentimiento manifestados por los patrones de conducta correspondientesson los componentes de la personalidad y pueden clasificarse en tres tipos llamados Adulto, Padre y Niño.

Cada persona durante cada día puede ubicarse en un tipo u otro, variando su modo de sentir, pensar y actuar según el estado del yo en que se encuentre.

  • Padre: la persona siente, piensa y actúa de modo similar a la versión que ha interiorizado de una figura relevante de su infancia (autoridad). Estas figuras son principalmente los padres, y también abuelos, tías y tíos, hermanos y hermanas varios años mayores, cuidadoras, vecinos e incluso personajes de películas. Así, alguien puede comprar fruta pidiéndola con la misma frase que utilizaba su madre reproduciendo su modo de cruzarse de brazos y sostener la cartera, a la vez que piensa que hay que vigilar la balanza del peso pues hay que desconfiar de los tenderos.
  • Adulto: acorde con las capacidades que se han ido desarrollando a lo largo de la vida, los conocimientos que ha ido adquiriendo y la experiencia que ha venido acumulando, la persona en su momento actual tiene un modo de sentir más estable, un modo de pensar que considera tanto lo específico e inmediato como el contexto general y las consecuencias y puede modular su comportamiento. Quien esté situado en un estado del yo Adulto, además de sentirse muy alegre con el millón de euros ganado en la lotería, sopesa qué hacer con el mismo. Por eso, mantiene el anonimato frente a los representantes de entidades bancarias que se agolpan en la administración donde registró el boleto y que ofrecen vistosos regalos si el afortunado guarda el dinero en su banco.
  • Niño: el modo de sentir, pensar y actuar es similar al de cómo lo hacía la persona en determinadas épocas de su infancia; la cual se caracteriza en general por la preferente intensidad y volubilidad emocional, pensamiento predominantemente centrado en lo inmediato y comportamiento tendente a ser impulsivo. Una persona de cincuenta años ubicada en este tipo de estado del yo, puede entusiasmarse ante una oferta de calzado de “pague 2 y llévese 3” y comprar cuatro pares de zapatos; sin dar importancia a que los números que quedan son dos tallas superiores a la suya, del mismo modo que quería de pequeño un abrigo por sus colores vistosos, aunque le estuviera muy pequeño.
    • Los miedos más inconscientes estarían ahí albergados.

Con esta reflexión lo que nos gustaría es poder transmitir dos ideas:

La cercanía al miedo es buena, acercarnos a nuestro niño interior, a nuestros miedos para poder intentar entenderlos, racionalizarlos, calmarlos y enfrentarlos. El miedo al abandono, el miedo a la pérdida, el miedo al dolor…

El cambio, la voluntad y la capacidad de cambio existe, sólo deberíamos tomar conciencia para empezar, acercarnos a nuestros miedos e intentar entenderles de manera que una vez hayamos tomado conciencia de ellos seamos capaces de poder contar con la capacidad de mejorarlos.

 

Sándalo y jazmín

Ausencia
 Sin más dilación, pasaron a los preámbulos. Se convirtió en una cita que culminó en una catarsis de confusión y sábanas en la que se vieron envueltos sin ellos quererlo. La habitación parecía un hervidero de almas deseosas de cariño carnal, después de tantos años de olvido y quilos de malentendidos. Los dos sabían que aquello, en el fondo, no estaba bien. Pero era lo que se encontraron. Era lo que querían.
La ropa se apartó de la escena a los pocos segundos, y dejó paso a las caricias y a las confesiones que, años atrás, habrían cambiado el rumbo de las cosas. No podían apenas articular palabra y dejaron a sus corazones latir al ritmo del vaivén que les llevó directos al paraíso. Sus cuerpos enfundados en una burbuja aislante de cuchicheos, rozaban la perfección en esa comunión de pieles sudorosas en las que se vieron envueltos el jazmín y el sándalo. Ambos recorrían cada rincón del otro tocando botoncitos, jugando al escondite y buscando lugares recónditos con tesoros escondidos. Sus aromas se mezclaban con la atmósfera roja de las luces de neón del burdel de la calle que, frente a la ventana, dejaba escapar otros gritos e insinuaciones no aptos para los más recatados.
Se perdieron en cada deseo, se encontraron en cada gemido. Se robaron la inocencia perdida de quién no sabe lo que le viene encima pero más que nadie conoce lo que ha sufrido. El jazmín se agarró con fuerza a la raíz del sándalo, y no lo soltó hasta estar seguro que era suyo y que acababan juntos de la mano ese sendero de pasión y dudas.
A la mañana siguiente, no se acordaban de nada. El sueño había prescrito.
MSM

Linaje femenino: qué es

Linaje femenino: ¿qué es? Escuché por primera vez esta expresión de la boca de una muy buena amiga, Dikra, un ser especial, alguien que se conoce mucho, ha experiemntado su maternidad y además ha sido capaz de adentrarse en los secretos de su feminidad. Gracias a ella ahora puedo decir que tengo todo un mundo precioso por descubrir y que seguro marca un camino duro pero necesario recorrer.

Personalmente estoy en una etapa de mi vida de auténtica expansión, conocimiento, reconocimiento propio y lo más importante descubrimiento interno. Bien, es por ello que en este punto os quiero hablar del linaje femenino, y ¿de qué se trata? Erika Tristan nos lo define como el conocimiento de la salud de la mujer mediante el conocimiento de nuestra feminidad antecesora.

Algunas frases que nos pueden ayudar:

  • Nuestros úteros son creados en el útero de nuestra madre y en él se imprimirán sus emociones básicas acerca de la feminidad, en su útero, se albergan también aquellas de nuestra abuela y, si seguimos esta espiral, caeremos en la cuenta de que en este útero de creación y recreación, nuestro Templo Sagrado (útero), está construido sobre los pilares de todas las mujeres de nuestro linaje matrilineal.
  • Las mujeres del pasado se manifiestan en nosotras a través de los pálpitos de nuestro útero.
  • La educación comienza en la vida intrauterina: María Luisa Becerra nos deja una frase increíble, la hemos recogido el un blog muy especial para nosotras, elblogalternativo muy clarificadora y profunda: “Etimológicamente la palabra educar significa: “ permitir que brote.” Yo le añadiría “que brote el Ser”. Nada más exacto como actitud, de unos padres gestantes de un hijo. Sin embargo no ha sido así en nuestras vidas. La educación castradora del Ser, no ha comenzado en la crianza o en las escuelas o guarderías, sino, dentro del útero. No importa la edad gestacional, ese bebé en formación va recibiendo cantidad de impactos emocionales y físicos que se quedarán impregnados en sus memorias celulares traduciéndose posteriormente en decisiones ante la vida”
  • El momento en el que nos reconocemos únicas es el momento en el que honramos aquello de lo que formamos parte. Sólo cuando pude sentirme cómoda y reconfortada en los brazos de mi madre, pude dar el paso hacia mi propio universo.
  • Para avanzar, no sólo hemos de comprender, sino también honrar nuestro origen. Gracias a Ellas palpitamos. Sólo Nosotras podemos elegir cómo.
  • Nuestro primer pasadizo es nuestro cuerpo y de ahí se abren las puertas hacia las mujeres de nuestra casa. Pasamos a través de nuestro útero al útero materno y de allí al útero de nuestras ancestras. De una a otra tomamos conciencia de quiénes somos en realidad. Cada una descubrimos nuestros misterios y os aseguro, hermanas, que todos son bellos, sea cual sea su forma.

En el libro “Madres e hijas” de la Dra. Christiane Northrup aparece esta frase en su blog “La salud de la mujer es el terreno sobre el que crece toda la humanidad. Mejorar la salud de una mujer fertiliza y aprovisiona el terreno para todos, hombres, mujeres, niños, animales, plantas y el propio planeta. El vínculo madre- hija, en toda su belleza, dolor y complejidad, forma el cimiento mismo del estado de salud de una mujer. Esta relación primordial deja su huella en todas y cada una de nuestras células para toda la vida” (Artículo de Erika Irusta, doula, pedagoga especializada en energía femenina y sanación de Lo Sagrado Femenino, en la sección El Lector Alternativo Comparte)

En el blog nos han dejado impresionadas con el nivel de claridad de esta afirmación, un concepto que si lo asumimos y lo tenemos presente nos ayudará en nuestro día a día, aprenderemos a tener más en cuenta nuestras relaciones y podremos decidir con mayor decisión y conciencia: el legado de todas estas mujeres hasta nosotras (o hasta nuestras hijas) está impreso en nuestro cuerpo, en concreto en nuestros genitales, nuestros órganos sexuales, nuestros senos y nuestro abdomen. Tener conciencia de esto nos ayuda a entender el porqué de tantos dolores “inexplicables”, de tanta ira contenida y de tantas lágrimas sordas anudadas en nuestra garganta.

¿Cómo poner en práctica nuestro conocimiento y sanación de nuestro propio linaje femenino?

Erika nos ayuda con su forma especial de «invocar» el conocimiento de su feminidad ancestral; Nuesta Sagrada Vasija contiene las aguas de todas las emociones, suyas y nuestras. Hemos de sentirla sin miedo para poder elegir qué es lo que queremos quedarnos y qué queremos desechar. Ellas nos acompañan desde la luz si así se lo pedimos. Simplemente hemos de nombrarlas con solemnidad, con el corazón y los brazos abiertos pidiendo su presencia y ayuda. Reconociendo el linaje de sangre lunar. Os invito a invocarlas. Así lo hago yo desde las profundidades de mi Ser:

En este caminar soy Erika, hija de Ana Rosa, hija de Lucila, hija de Eleuteria, hija de Pascuala, hija y nieta de las mujeres valientes que me precedieron. A vosotras, abuelas, os invoco desde el Amor, buscando la Sabiduría que reside en vuestro legado.

La aprobación y el reconocimiento

Hasta entonces había sido una niña perdida, buscando la aprobación de una mujer que no sabía si amar u odiar. Fuera como fuera nunca tuve elección, sabía que hiciera lo que hiciera, siempre la amaría. Pese a todo lo que me dolía reconocerlo, era cierto. Mi universo fue esa mujer y como nuestra Madre Tierra, por mucho que trates de ignorarla ella siempre te sostiene. Quizás no es como esperas, pero Ella es el mundo que necesitas para aprender lo que has de aprender. Cuando comienzas a amar tus tifones, cuando entiendes tus cataratas, llegas a encontrarla hermosa. La miras y te reconoces en ella. Entonces sabes que sois Una, tal y como fuisteis hace años.

Hemos de aventurarnos a recorrer este laberinto mágico que nos conduce a la Fuente. Nuestro primer pasadizo es nuestro cuerpo y de ahí se abren las puertas hacia las mujeres de nuestra casa. Pasamos a través de nuestro útero al útero materno y de allí al útero de nuestras ancestras. De una a otra tomamos conciencia de quiénes somos en realidad. Cada una descubrimos nuestros misterios y os aseguro, hermanas, que todos son bellos, sea cual sea su forma.

Para avanzar, no sólo hemos de comprender, sino también honrar nuestro origen. Gracias a Ellas palpitamos. Sólo Nosotras podemos elegir cómo.

Agradecemos el conocimiento que Erika Irusta Rodríguez, mujer, hija, doula, pedagoga especializada en energía femenina y sanación de Lo Sagrado Femenino nos ofrece en todos sus escritos, talleres, correos, blog… Para saber más la podéis seguir en: Alma de doula (facebook) y Dando a luz (facebook)

Amamantar en público

A priori, parece que todo el mundo está de acuerdo con la lactancia materna. Aun así, la sociedad tiene muchísimas reticencias al respecto que se han anclado en nuestra manera de pensar y de plantearnos la alimentación de los más pequeños. Por ejemplo, no está «bien visto» que se amamante en público a los bebés, sobre todo si ya tienen más de 6 meses. No importa que la Organización Mundial de la Salud o la Asociación Nacional de Pediatría recomienden un mínimo de 1 o 2 años de lactancia, lo que importa es lo que esté bien visto socialmente o no.

Es un tema que me recuerda un poco (y perdonad por la comparación) con la utilización de preservativos en zonas de África donde hay epidemias de SIDA. ¿Por qué no lo usan si tienen la información de que puede salvar sus vidas? Pues uno de los factores importantes es porque socialmente no está aceptado y bien visto su utilización.
En nuestro caso pasa lo mismo. Todos sabemos que es bueno alimentar a nuestros bebés con leche materna, que es más sano, que estarán mejor, que es el alimento óptimo para ellos, y que tienen derecho a alimentarse así hasta que la madre y el niño quieran. Aun así, se presiona a las madres para que no vaya bien incluso antes de empezar «si no tienes leche, no te preocupes», «si tienes algun problema, déjalo directamente», «con el biberón se crían igual de bien»; y cuando ya estamos dando el pecho «¿hasta cuando le vas a dar?» «¿todavía mama este niño? ¡pero si ya tiene dientes!» «este niño toma demasiado pecho y come poco»…

Las que damos el pecho y estamos convencidas de ello hasta la médula, tenemos casi la obligación de normalizarlo y dar el pecho donde y cuando el niño quiera, dejar la vergüenza a un lado, ser más fuerte que todas las presiones y dar la cara, por nosotras mismas y nuestros bebés, y por todas las madres que quieran dar el pecho pero que se sientan socialmente reprimidas para hacerlo con total libertad.

Por esta razón, quiero compartir con vosotros una de las fotografías que se denunciaron en Facebook, porque a alguien le pareció que ver a un bebé y una teta era algo ofensivo. Y me gustaría decirles que se planteen por qué les molesta tanto esa imagen, que los que tienen un problema son ellos, que los pechos están hechos para alimentar a nuestros hijos y no para utilizarse como símbolo sexual o lo que sea que tanto les molesta. También os paso el link de un grupo maravilloso de Facebook para que os unáis si os apetece.Lactancia materna

La lactancia materna es algo exclusivamente femenino y maravilloso, un regalo que hacemos a nuestros hijos para toda su vida como bien dice Carlos González. Ayudad a las madres a ofrecérselo a sus hijos, ayudad a esos niños y permitidles recibir lo que se merecen, lo que necesitan de verdad.

Divas rebeldes – recomendación literaria

Fuente: El mundo online

Una infancia trágica llena de soledades, abandonos, secuelas de la guerra, divorcios o pérdidas de seres queridos marcaron la vida de «divas rebeldes» como María Callas, Coco Chanel, Audrey Hepburn o Jackie Kennedy, que se convirtieron en iconos de una época que no se entendería sin ellas.

Auténticos mitos del siglo XX por su talento, belleza y personalidad, e imágenes de la moda, el misterio y el glamour fueron y siguen siendo admiradas por miles de mujeres y hombres, «aunque ellas detestaban ser tratadas como estrellas», según Cristina Morató, autora de ‘Divas rebeldes’. En obras anteriores, como ‘Cautiva en Arabia’ o ‘Las Reinas de África’, Morató rescató del olvido a grandes viajeras y aventureras de la historia, pero este es un libro distinto aunque en él también comparte «la fascinación por unas mujeres rebeldes y poco convencionales».

Publicado por Plaza Janés, la obra tiene su origen en unas biografías escritas para la revista ‘¡Hola!’ que la periodista ha revisado y ampliado. «Me pareció interesante seguir investigando y presentar el lado más humano de unas mujeres que, a día de hoy, siguen siendo auténticos iconos del glamour, de la elegancia y que, sin embargo, tras leer sus biografías y memorias he descubierto que eran mujeres de carne y hueso», que vivieron grandes fracasos, sobre todo en sus matrimonios.

Detrás de «rutilantes divas» como María Callas, Coco Chanel, Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, Eva Perón, Wallis Simpson y Barbara Hutton «hay unas mujeres curiosamente solitarias, vulnerables, acomplejadas por su físico, que se creían patitos feos, y ese es el aspecto que a mí como periodista más me ha interesado mostrar».

El objetivo de Morató no ha sido escribir biografías oficiales sino poner especial atención en los primeros años de la vida de mujeres que vivieron una infancia traumática «marcada por la falta de afecto, por el abandono de los padres. Una infancia muy solitaria y en algunos casos muy dramática».

Fieles a sí mismas

La investigación de Morató se ha centrado en esos años menos conocidos y que marcaron a estas mujeres. «Coco Chanel reconoció que nunca hubiera llegado a ser quien era si no hubiera tenido una infancia trágica», recuerda la autora. Estas desgracias conformaron unas personalidades muy fuertes y, al mismo tiempo, un rechazo a unos orígenes que en ninguno de los casos fueron felices. «Mi enfoque en este libro es esa mirada, ese indagar en el lado humano y descubrir que todas coinciden en ello».

Pero éste no es el único punto en común de las divas de Cristina Morató ya que, en su opinión, les une también que fueron mujeres muy rebeldes y muy adelantadas a su tiempo, los años 40. «Se enfrentaron a los convencionalismos y a muchos prejuicios de una época. Incluso Audrey Hepburn que parece tenía un carácter más dócil fue una mujer rebelde. En una época de actrices voluptuosas tipo Marilyn Monroe, no quiso usar hombreras, realzar su pecho o utilizar tacones potenciando su aire andrógino en un acto de rebeldía».

Presentes en la historia como iconos del glamour y el buen gusto, fueron «fieles a sí mismas, cada una en su estilo. Eran auténticas, lo que no quiere decir que no mintieran sobre su pasado«. Más allá de esa imagen de diosas, las páginas del libro van descubriendo a unas mujeres con un pasado, que detestan ser tratadas como estrellas y que defienden su intimidad, «mujeres como Jackie Kennedy que no soportaba el acoso de la prensa».

En la selección de estas siete divas, la autora ha querido mostrar mujeres de ámbitos muy distintos, desde el cine hasta la política o la moda, para así hacer un mosaico y «describir una época».

En esta selección se han quedado otras «maravillosas», como Greta Garbo o Marlene Dietrich, así como Liz Taylor y Lauren Bacall, «las que continúan vivas. Cuando desaparezcan se irá con ellas una época, la de esas diosas con fuerte personalidad, supervivientes de golpes muy duros».

El siglo XXI también tiene sus divas, pero estas son muy diferentes de las que trata el libro de Cristina Morató. «Les falta glamour y misterio. Son sobre todo mujeres que triunfan en el mundo de la música pop, como Madonna o Lady Gaga. Las divas del siglo XXI son las reinas de internet, de los videoclip o de Facebook».

El parto no debería doler

He terminado el libro Parir sin miedo, el legado de Consuelo Ruiz Vélez-Frías. Un libro maravilloso, emotivo, feminista como pocos.

Consuelo Ruiz fue una comadrona que luchó toda su vida por las mujeres. Era una mujer muy viva, que ponía en duda las cosas socialmente establecidas y que se preocupaba en estudiar y documentarse para aprender, mejorar y aportar todos sus conocimientos a las mujeres y familias.

Consuelo no entendía por qué el parto debía doler, no tenía sentido que doliera, así que investigó y descubrió que efectivamente el parto no dolía, que es una función fisiológica, que las mujeres estamos perfectamente preparadas para dar a luz y que sólo es cuestión de estar bien informadas de qué es un parto y como se desarrolla y tener un buen acompañamiento profesional, respetuoso y paciente.

No era solamente un conocimiento teórico, a lo largo de su vida ayudó a muchas mujeres a parir sin dolor y lo demuestra en muchos ejemplos que narra en este libro.

Escribió un libro al respecto “Parto sin dolor, método de preparación psicoprofiláctico” (Ed. Enciclopédica, Madrid 1955). A causa de esto, fue continuamente repudiada y apartada de su profesión, que ejerció en muchas ocasiones sin ninguna recompensa económica, solamente por amor al arte.

Y podríamos preguntarnos: si de veras no duele el parto ¿Por qué lo seguimos creyendo? ¿Por qué no se nos prepara para que no duela? ¿Por qué seguimos creyendo en el castigo divino hacia las mujeres en un mundo tan científico? Ella responde: “el dolor ha sido creado e institucionalizado por la ignorancia, y se mantiene porque constituye un formidable instrumento de poder”. Consuelo afirma que ahora, en la democracia, es cuando menos derechos tenemos las mujeres, porque se nos permite ser como los hombres pero no se nos permite ser mujeres, ni siquiera podemos elegir dónde queremos parir. Las que lo hacen serán juzgadas y presionadas socialmente, además de tener que costearlo por su cuenta.

El libro comienza y termina del mismo modo: Consuelo siente que todos sus esfuerzos no han servido para cambiar el mundo, para dar a conocer la verdad a las mujeres, que siguen dejándose llevar por la presión social y tienen partos dirigidos en los que se las infantiliza, denigra y ningunea constantemente. Dice que siente que ha vivido en una época que no era la suya, que ella estaba demasiado avanzada para lo que estaba viviendo. Yo estoy convencida de que gracias a personas como ella, ahora podemos empezar a tomar consciencia y que, algún día, las mujeres seremos fuertes, libres y plenamente orgullosas de nuestra feminidad.

Me encantaría haberla conocido y, sobre todo, darle las gracias por haber existido, haber luchado tanto por nosotras y haber dejado por escrito gran parte de sus conocimientos.

Gracias Consuelo.

Bajas bajo mínimos

¡Qué difícil es darles a las mujeres y a los niños los derechos que les corresponden! Sí, sí, insisto, ¡los que les corresponden! Porque se habla de «ampliar» los derechos y eso es una falacia…

Ayer, La Vanguardia publicaba un artículo sobre la decisión de los ministros de Ocupación y Asuntos Sociales de los veintisiete, reunidos en Luxemburgo, de aparcar las necesidades de ampliar la baja maternal actual de 16 a 20 semanas. Han decidido aplazar la decisión a finales de año, aunque ha quedado bien claro que la mayoría prefiere desestimarlo.

El ministro español, Valeriano Gómez afirma que una baja maternal demasiado prolongada juega en contra del retorno a la ocupación de las madres trabajadoras. Una frase que no tiene desperdicio.  ¿Qué quiere decir exactamente “demasiado prolongada”? Actualmente, las madres tienen que volver a sus puestos de trabajo cuando su hijo tiene 16 semanas, un bebé con 16 semanas no habla, no se desplaza, ni siquiera se da la vuelta por sí mismo… Y la madre debe dejarlo “guardado” donde pueda, en el mejor de los casos con un familiar, y volver a ser una trabajadora que ahora, además, es madre a tiempo parcial.

¡20 semanas es una miseria! Y ni siquiera tenemos acceso a eso… Yo no soy ministra ni conozco los presupuestos del estado, así que yo no les puedo dar una alternativa realista. Aun así, sé que hay países que funcionan con bajas maternales más decentes, sé que hay estudios que demuestran las ventajas de invertir en bajas más prolongadas, sé que hay madres que deciden dejar de trabajar para cuidar a sus hijos, sé que las madres que vuelven a trabajar con 16 semanas sufren mucho por dejar a sus bebés sin su presencia, sé que hay miles de estudios y profesionales que nos indican que los bebés necesitan a sus madres por encima de todo y sé que, al final, los únicos perjudicados de estas decisiones son los menos favorecidos económicamente. La mayoría de los que se lo pueden permitir, se quedan con sus hijos en casa.

Entiendo que estamos en un momento de crisis y que la prioridad es reducir el gasto. Pero la salud de nuestros hijos no es un gasto, es una inversión. Nuestros hijos son el futuro, invirtamos en ellos para que tengan la fuerza suficiente para mejorar el mundo que les dejamos en herencia.

Dejen de engañar a las embarazadas

Quiero compartir con vosotr@s un artículo que me ha emocionado, tanto por su tacto como por su postura tan cercana a lo que ha sido mi realidad en los meses del puerperio. Una vez has tenido a tu hijo «se espera» (no sé exactamente quién) que «normalices» tu situación y que sigas con tu vida como si tu bebé fuera un adorno más de tu casa. Para mi, normalizar tiene más que ver con coger conciencia de tu nueva situación y adaptarte a tu nueva vida.

Os transcribo un trozo para que os animéis:

“El puerperio es una etapa naturalmente perfecta, una metanoia enriquecedora, vital, que lleva a la mujer a una depresión postparto. ¿Por qué una mujer sana y feliz se entristece cuando tendría que ser el mejor momento de su vida?. El parto le conduce a un desafío interior, a una búsqueda, a una reconciliación con lo no esperado (…), un cara a cara con una parte propia que rechazamos, en una sociedad en la que prima la adaptación al medio siguiendo unos patrones de comportamiento impuestos y no instintivos”

“Y superadas todas las dificultades, descubre que LA ENGAÑARON, que no fueron unos meses y vuelta a la normalidad, que ahora su realidad es radicalmente distinta y que tiene que adaptarse a otro ritmo que es el que él impone. Que es otra mujer distinta que poco tiene que ver con la que llevaba ese ritmo imparable y tenía las metas profesionales tan claras”

“Y te descubres a ti misma mirándote en los azulejos de la cocina mientras sostienes en tus brazos a tu hijo, ambos bailáis una melodía pasada de moda, porque has dejado de prestar atención a las tendencias actuales, has olvidado quien eras y qué querías en la vida, sólo tienes presente y ahora, agarras su pequeña mano mientras danzas en la eternidad el mejor baile de tu vida, y te das cuenta de que esto es la felicidad”

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