Miedo a querer a nuestros hijos

Yo no soy pedagoga, por lo que no puedo hacer teorías sobre pedagogía o educación infantil. Aun así, sí considero tener el suficiente criterio como para valorar las teorías que algunos pedagogos nos transmiten.

Eva BachEn este caso, quiero comentaros un artículo que se publicó el pasado 9 de julio en el suplemento «Criatures» del Ara.cat en el que la escritora y pedagoga Eva Bach nos aporta su punto de vista sobre cómo transmitir a nuestros hijos que les queremos. Según ella, sí hay que hacerselo saber (menos mal) pero mejor con un toque de humor y sin ser excesivos. Entonces, ella propone su método personal, decirles a sus hijos «te quiero bastante, tirando a mucho». Según su punto de vista, aunque pueda sonar un poco desnaturalizado, pero en realidad es un acto de generosidad hacia sus hijos ya que «los hijos se sienten más libres y felices cuando no son excesivamente importantes para los padres» además de que así queda claro que ella hará muchas cosas por sus hijos, pero no cualquier cosa.
Por lo visto, la escritora pensaba ampliar este artículo en un siguiente número pero no he tenido el placer de leerlo, así que me limitaré a comentar este breve artículo de opinión.

Decirle a mis hijos que les quiero «hasta un punto» no puede ser un acto de generosidad ni mucho menos beneficioso para ellos, no me creo que sin la seguridad de que les queremos independientemente de lo que hagan, puedan ser más seguros. Al contrario. Nuestros hijos deben saber que nuestro amor es incondicional. Siempre les vamos a querer. Siempre. Otra cosa es que estemos de acuerdo o no con lo que hagan o que estemos dispuestos a hacer ciertas cosas, pero como les habremos dado amor y seguridad, podrán aceptar nuestro punto de vista y decidir por sí mismos.

¿Por qué no debe ser incondicional el amor de una madre? ¿Por qué tanto miedo a querer a nuestros hijos?
¡Vamos a plantearlo al revés! Ahora somos ese niño pequeño… nuestra madre nos dice que nos quiere «bastante», incluso «mucho». ¿Mucho es suficiente? ¿Nos sentimos seguros ahora? ¿Cuánto quiere ese niño a su madre? Ella es toda su vida, su referente, su principio, la base de su seguridad… No podemos jugar con los sentimientos de nuestros hijos porque estemos inseguros nosotros. Su amor es incondicional, nos lo hemos ganado simplemente por ser su madre. Ellos sí son generosos. ¿Por qué no aprendemos de ellos y les damos lo que se merecen simplemente por haberlos traído a este mundo?

Deja un comentario