Análisis psicológico de la persona seductora (su otro lado menos seductor)

Todos hemos tenido cerca en algun momento una persona «seductora», alguien que intenta por un lado hacer sentir especial al que tiene delante, deleitarle con sus encantos, a veces las formas de seducción pasan por diferentes etapas y estados.

La persona seductora, es aquella persona que seduc, induce y persuade a alguien con el fin de modificar su opinión o hacerle adoptar un determinado comportamiento según la voluntad del que seduce no dle que es seducido, es decir, manipula. Aunque suele emplearse para referirse a intentos de conseguir interacciones de tipo sexual, se emplea también en español para referirse a intentos de atraer, físicamente o a una opinión.

Etimológicamente, «seducir» proviene del latín seductio, (acción de apartar). Y según el DRAE, en su primer término, seducir es «engañar con arte y maña», aunque al tratarse de un término tan emocional cada autor ha acuñado su propio término.

Partiendo de esta base, muchas personas tratan de seducir de forma perversa o como defensa ante sus propias carencias de ser amados.
Hoy analizaremos un tipo de seducción muy manipuladora y que al mismo tiempo trata de aparentar todo lo contrario, es el dar lástima para enternecer y luego tras haber bajado la guardia su seleccionada víctima, sacan las uñas y tratan de inmiscuirse y fisgar en tí.

Nos podemos encontrar con el ser que conocemos por una tercera persona, que enseguida se interesa por ti, trata de hacerte sentir especial, él mismo también se siente muy especial y trata de generar empatía para que nada pueda «separaros», con frases del tipo somos iguales, dónde habías estado todo este tiempo… Después pasamos a la fase de los secretos inconfesables confesados, te revelan aparentes secretos y malos tragos o incluso malos tratos para que la persona que tienen delante se hagan cargo de ellos, los sostengan y además se hagan responsables de guardar el secreto.

En esta fase ya estamos entrando en su juego.- Generalmente los humanos tendemos a tener la necesidad de ayudar al ser de la misma especie, a no dejarle solo y es aquí cuando empezamos a confesarle algún que otro secreto.
Después tratan de contentarnos, poco a poco ofrecen parte de su dolor y su alegría, comparten, se nutren de nosotros aunque aparentemente parezca que nos están dando cosas a cambio, es aquí cuando comienza la confusión, generalmente ofrecen y se ofrecen de una forma desmedida.

Más tarde la profundidad en la relación empieza a ser obseso-compulsiva, te recuerdan cuanto les aportas, lo importante que eres para ellos, lo magnífico que eres, lo poco valorado que estás, el «si yo te hubiera conocido antes», el mira cuanto nos podemos aportar…, el juntos seríamos la ostia, pero en tu subconsciente están llegando 2 mensajes y son contradictorios, 1 es de estar extrañado porque te alaben tanto, y te dices, esto no es normal, si el seductor lo percibe te dejará expresamente manifiesto que nunca le había pasado o que esto no se da siempre, para modificar tu percepción de «esto no es normal» a «esto no es normal pero por eso es especial». El segundo mensaje es el de me quieren, me siento valorado, y a los que tienen un problema x de estima les resulta entusiasmador y una fuente que emana amor, por tanto nos acercaremos con más facilidad.

Si bien vemos que el que no tiene tanto problema de autoestima con este tipo de seducción solo le llegará el primer mensaje «esto no es normal, ¿qué quieren de mi?»

La siguiente fase es de despiste, ya eres tú el que llamas, el que te acercas, el seductor ya sabe que te tiene, que le has incluido en tu vida, por tanto la situación es desde fuera (en tan poco tiempo, todo ha sido en proceso hiperacelerado, confesiones, secretos, cercanía, mucha aparente «intercambio de energía»)… una sensación de espejos y humo.

Más tarde pueden ocurrir varias cosas, que el ser seductor saque ya a jugar sus cartas de una forma más expresa, intentando colar mensajes intrusivos y con un claro objetivo de conseguir de ti lo que se ha propuesto , por ejemplo, describimos una situación vivida no hace mucho, una persona con problemas sentimentales, por problemas con la pareja, o por problemas de separación, post separación, malos tratos… tú ya los conoces, tú estás en un caso totalmente diferente, feliz, contento, quizás esto es lo que les ha llamado la atención de ti. Entonces puede querer o bien que a ti te ocurra lo mismo que a ellos, que no puedan soportar ver la felicidad de otro, y al mismo tiempo quiera reafirmar su creencia «todos los hombres son malos», o «todas las mujeres son malas», o bien, puede querer lo tuyo, literal.

Cual depredador intentará conseguir lo que se ha propuesto y tanto anhela de diferentes formas.
A veces ocurre cuando una persona ha sido maltratada que después no respete al prójimo y mucho menos a quien le puede estar haciendo competencia, por tanto describiríamos a esta persona como evolucionada desde (doy pena, he sido mal tratada «fase 1» a fase2 «pero quiero recuperarme y tener lo que tu quieres»).
estas personas suelen estar muy desubicadas y mal situadas, no conocen su lugar, al no haber sido respetados o mejor dicho, al no haberse sabido respetar entonces tampoco respetan (como el niño que no ha tenido un juguete o se lo han robado, entonces él también roba, pero igual se debería preguntar porque se lo ha dejado robar, qué guardia no ha levantado). Estas personas por tanto trataran de poner a los demás en el lugar que estuvieron, como revancha inconsciente.

Otro problema que manifiestan es el de la intrusión , el que se mete sigilosamente hasta la alcoba. Recuerdo una escena de hace unos años, mi pareja y yo teníamos el tendedero de la ropa en nuestro dormitorio y estábamos hablando y tendiendo, nuestra visitante entró en la habitación y se puso a tender la ropa con nosotros. Aparentemente es… qué maja como nos ayuda, pero en realidad se había metido en una tarea doméstica que además es entre dos y en un espacio privado.

Hay muchas otras situaciones que te dan pistas…

Normalmente preguntan mucho sobre otras relaciones, denuncian situaciones parecidas a las que han vivido y tratan de imantar tus situaciones parecidas a las suyas.

Bien, en este punto han dejado de ser tan interesantes para la víctima, ya tienen las cartas encima de la mesa, las garras casi con sangre que tratan de esconder y «están a punto de meterse en la alcoba», si ya han llegado a este punto hay que parar en seco. Tampoco dejar de hablarles pero sí dejar de una forma explícita y muy clara que no están en su lugar y que no están invitados hasta la cocina.

Es muy bueno poder imaginar una casa, verdad que a un invitado no le enseñarías todas las habitaciones, pues a ellos lo mismo.

Hagamos un repaso de las fases descritas anteriormente:

Primer contacto
Como si no quisiera la cosa
Interesados en nosotros por cosas que saben que nos interesan
Observación de la víctima
Confesión de secretos
Porque nos acercamos a ellos
Primeras señales
La comunicación no verbal nos da mucha información
Porque no levantamos la barrera a tiempo
Cuando sentimos señales y hacemos caso omiso
Hacer caso a lo primero que sentimos
Protegerse ante intrusiones
Contestar de forma inteligente pero brusca (sentido del humor y verdad)
Cuando es demasiado evidente
Proceso de alejamiento

Ahora la pregunta más interesante y que retomamos en este punto es: Porque nos acercamos a ellos y porqué no les alejamos a tiempo. Vamos por partes, a menudo nos acercamos a los demás en forma de espejo, oh! somos almas gemelas, oh nos compenetramos tanto, oh es mi media naranja…

Cada uno tiene su propio espejo, y no nos tenemos que reflejar en el espejo del otro. Lo de fuera no es lo de dentro, es decir el otro no es el yo, no me entender mejor por conocer al otro, no es la forma y no es real. Aunque Mounier diga que la inteligencia se desarrolla con la relación con el otro y con la sociedad, siempre hace falta además el proceso interno de conocimiento para no caer en trampas manipulativas y para relacionarse de forma sana.

En este caso cada uno debe analizar qué parte de él no tiene resuelta que queda atrapada en el otro y es tan capaz de idealizarle para así dejar de ver lo que no tiene resuelto o sus propias partes feas, para que ese espejo le devuelva las partes bonitas y estupendas, reales o no.

Os quiero dejar un link interesante sobre la seducción como una necesidad de sentirse amado, os dejamos una reflexión de la psicoterapeuta Cecilia Medina.

Foto de la película La Huérfana, fragmento del psicodrama:

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6 Respuestas a “Análisis psicológico de la persona seductora (su otro lado menos seductor)

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  2. Saludos…

    ¿Cómo se diferencia el cortejo de la seducción?

    • Selva Mª Orejón Lozano

      Muy buenas tardes, no sabes como nos alegra recibir un comentario tuyo, hemos estado viendo tu blog y escribes sobre temas muy difíciles, la motivación, qué hay más difícil que tratar de motivar a alguien o a uno mismo. Tu respuesta buenísima, dejarlo vacío, ahí te recomiendo el blog de Pedro García Aguado, por si alguna vez quieres volver a tratar este aspecto psicológico.

      Mi punto de vista sobre lo que preguntas, y es solo una opinión personal, no profesional es que te dejes guiar por tu intuición, mi mejor señal son las tripas «naturaleza», cuando estoy ante alguien en función de como me siento y que percibo así me doy cuenta de qué va. Está claro que el/la seductora nata trata de conseguir algo de ti y no darte a cambio más que eso, seducción. el que corteja intenta estar contigo y se implica.

      Lo básico, insisto desde mi punto de vista y experiencia son dos cosas, 1) confianza en tu propia naturaleza, ver cómo reacciones, qué estás sintiendo, si dudas es porque algo has percibido y 2) tiempo para ver reacciones del otro al relacionarse con otras personas y en diferentes situaciones

  3. María Pilar Tortosa del Carpio

    Muy interesante y documentado el post

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