Estrategias de la publicidad prohibida

La leche de iniciación, es decir, la leche artificial que se da a los bebés antes de los 4 meses, tiene prohibido hacer cualquier tipo de publicidad e incluso dar muestras a hospitales y otros centros donde puedan encontrarse sus clientes potenciales. Parece que esto sea un gran paso, pero “hecha la ley, hecha la trampa”. Sí que pueden anunciar los productos que le suceden: etapa 1 (a partir de los 4 meses), etapa 2(a partir de los 6 meses), etc.

Para colmo, en vez de llamarse “leche artificial” la llaman “leche de continuación”, y la idea que le queda a una es la siguiente “doy el pecho 4 meses y entonces ya toca leche de continuación” ¿verdad? ¡Qué cansada estoy de sentir que quieren tomarnos el pelo! Eso es lo que consiguen anuncios como el último de Nidina, que demuestra que las que dan el pecho lo hacen muy bien hasta que el niño es suficientemente mayor (¡sólo 4 meses!) como para dejar la lactancia y pasarse a la leche artificial.

Si una madre prefiere dar leche artificial, pues adelante ¡faltaría más que yo le dijera nada! Pero que lo haga porque quiere, porque se ha informado de lo que puede hacer y decide que eso es lo que más le conviene. Que no decida que va a dar “leche de continuación” porque “toca”…

La leche artificial no es obligatoria, ¡es posible que un niño NO tome esa leche artificial jamás! Porque la leche que debe tomar es la de su madre, que está hecha exclusivamente para él, que es la única que tiene todo lo que necesita. Todo lo demás son burdos intentos de imitar lo que hace la leche materna que, además, ¡es gratis!