En diciembre viví un desengaño «amoroso», como buena mujer pasional y romántica que soy; como muchas de nosotras. Lo pongo entre comillas porque no llegó ni a amoroso; no me dio tiempo. Él dejó una cuenta pendiente con otra mujer con la que no tenía feeling. Y con ella (o no, no lo sé) decidió irse, a pesar de vivir conmigo tres noches únicas e irrepetibles; por lo menos para mí. Se despidió recordándome que yo era un TESORO, que no lo olvidara nunca. Y esas palabras me las grabé a fuego en mi mente y en mi vida. Y me han ayudado mucho para salir a flote (yo soy la del texto de la psicóloga). Aunque me quedé muy pero que muy triste. Necesitaba algo que me animara como fuera.
Había oído hablar alguna vez de ese secreto que corría por el mundo, en documentales y en libros. Y no entendía nada, no sabía qué era. Hasta que indagué y vi que se trataba de la Ley de la atracción: lo semejante atrae a lo semejante. EL SECRETO lo llevamos todos dentro y nos conecta con el universo, lo aprendieron grandes personajes de la historia y ahora se está transmitiendo a nuestras generaciones. Habrá gente reacia a creer lo que expone esta teoría pero a mí, personalmente, me ayudó. Supongo que todo se basa en creer y en decidir dar un cambio de rumbo a esos pensamientos que nos impiden avanzar.
Y después de leer el libro, curiosa y sorprendentemente, entendí muchas cosas. Entendí lo que había bloqueado algunos aspectos de mi vida, que tanto me han obsesionado, que tanto me han traído de cabeza. Por eso decidí cambiar, seguir la filosofía SECRETO y tirar hacia adelante. De hecho, algunos puntos de los que se cuentan son difíciles de llevar a la práctica pero, cuando estoy floja de ánimos, lo releo y se convierte en mi medicina.
Os animo a que lo probéis si os apetece y, si no, tampoco pasa nada. En definitiva, todo está dentro de nosotras. Es el poder de nuestra mente. Y de ella depende nuestra felicidad.