Un poco de Cabaret

Aprovecho estas líneas para recomendaros una pequeña gran joya que se está representando en la Sala Muntaner de Barcelona: un piano, un saxo y dos mujeres únicas, dulces, directas, encantadoras. Y con unas voces incomparables. Las hermanas Maria y Marta Torras, jóvenes profesionales del mundo del teatro musical con una gran trayectoria nos deleitan con esta historia de Cabaret, que repasa algunos de los éxitos de musicales como Cabaret, Copacabana o Chicago.

Tan sólo una hora y diez minutos que se hace tan y tan corta, nos traslada a un local de espectáculos donde llega Jane, una joven dispuesta a triunfar y que tendrá que compartir escenario con la gran estrella del teatro, Norma, esposa del director de la sala, Mark (una voz en off que explica la historia y que deja total protagonismo a las dos mujeres que tendrán que rivalizar por el primer puesto).

¡Os la recomiendo fervientemente!

www.todomusicales.com (actualidad Barcelona)

El maltrato sutil

Esta mañana os queremos dejar un cuento de miticavivencialemocionartecoach, organizaciones que trabajan para que las personas se acepten como son, tengan su autoestima alta y eliminen aquello que les impide disfrutar la vida con plenitud.

Este cuento comenta sobre cómo la sociedad genera en la mujer una falta de autoestima que facilita el maltrato. Ayer fue 8 de marzo y ya celebramos el día Internacional de la Mujer, estrenamos este vídeo para concienciar a las personas que hay que quererse y aceptarse como cada uno es.

Después de ver este vídeo no penséis que estamos en contra de maquillarse o llevar tacones… todo lo contrario, tan sólo lanzamos nuestro mensaje «quiérete y gústate tal como eres»

Por que la verdadera belleza es una actitud y eres bell@ cuando eres autentic@

Arte y sensibilidad para cambiar el color del cristal con el que miras tu vida.
www.miticavivencial.es
www.emocionartecoach.com

Cada día es nuestro día

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer (trabajadora o no). Está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países. La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia y reflejada por Aristófanes en su obra Lisístrata, que cuenta como Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución francesa: las mujeres parisinas, que pedían libertad, igualdad y fraternidad, marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.

Y después de un poco de historia, que nunca viene mal, a nuestra realidad: el día de la mujer empieza cada día que nos levantamos temprano para trabajar en lo que nos gusta o persiguiendo la oportunidad para trabajar en eso algún día; cuando dormimos con un ojo abierto para vigilar que nuestro hijo duerma bien; cada vez que nos sentimos alegres, tristes o raras por algo que nos ha pasado; el día de nuestro cumpleaños que nos recuerda que nos quedan muchos días para seguir sintiéndonos orgullosas o que nos hace recordar que ya llevamos unos cuantos siendo auténticas.

El día de la mujer empieza en el momento en que nacemos, que nuestros padres nos dan la vida y la oportunidad de luchar por nosotras, por lo que vamos a ser, por lo que querremos conseguir; cuando somos niñas, adolescentes y adultas; empieza el día que lloramos por nuestro primer amor, el día que reímos con nuestro marido, el día que nos enfadamos con nosotras mismas por sentirnos culpables de nuestro divorcio. El día de la mujer empieza cuando damos a luz, cuando cuidamos de nuestros padres porque se hacen mayores, cuando nuestros hermanos sufren y nuestras mejores amigas tienen mal de amores o de muelas; cuando nos pasamos el día en vela porque algo nos oprime el corazón, cuando pasamos horas escuchando las preocupaciones de los que queremos sin pestañear ni esperar nada a cambio.

El Día Internacional de la Mujer es cada día, es nuestro día y con él, nuestro poder para cambiar el mundo, para cambiar nuestro mundo, para apoyar esas iniciativas y sentimientos que nos hacen auténticas. Porque las mujeres somos auténticas y, sobretodo, únicas. Y así seguirá siendo siempre.

Ahora y cada día de cada año de cada siglo, FELIZ DÍA DE LA MUJER, trabajadora o no. El mundo es nuestro. Nuestro mundo es nuestro. ¡A por él!

MSM

Talla 0 o preocuparse cero de la talla

Vivimos rodeadas de mensajes de perfeccionismo moderno. Nos llegan a diario en forma de “salud y cuidado personal” pero acaban convirtiéndose en un cúmulo de “deberes” que jamás tenemos tiempo de cumplir:  se activa pero relájate, bebe 2 litros de agua, ten amigos, lee, sal, haz el amor, aprende idiomas, conéctate a facebook, no estés tantas horas en el ordenador, sé autocrítica, no te machaques, haz terapia, ten hijos, trabaja mucho pero no muchas horas, infórmate, sé liberal, apúntate al gimnasio y ves al menos tres veces por semana, haz ejercicio, dedica tiempo a tu familia, tu pareja, tus amigos y encuentra siempre momentos para ti, depílate, ponte cremas, viaja, descubre nuevos lugares, nuevas personas, nuevas sensaciones, visita tu ciudad y conoce los mejores sitios de la zona donde resides, píntate y ponte guapa cada día, limpia la casa, plancha, ordena, duerme ocho horas, despiértate temprano, haz pilates. Ríe tanto como puedas y, de vez en cuando, llora, que es muy sano. Y, sobre todo, hazlo TODO sin obsesionarte. ¡Ah! Y no lo hagas por los demás, noo, hazlo por ti misma, por tu bienestar! Ya verás que si haces todo esto, lograrás ser feliz.

Esta imagen de mujer todopoderosa que debe hacerlo todo y estar divina está tan arraigada en nuestra sociedad que es casi imposible luchar contra ella o ignorarla. Siempre hay alguien para decirte lo guapa que estás porque te ven más delgadita o todo lo contrario. Y nosotras mismas perpetuamos esta situación haciendo comentarios así.

Existen unos cánones de belleza  y de feminidad que pueden llegar a atraparnos en una realidad que no es la nuestra. Hacer las cosas “bien” te aporta un reconocimiento social muy importante, que pierdes irremediablemente cuando haces las cosas “mal”.

Por eso me ha encantado la iniciativa de unas profesoras de universidad que han creado una página en facebook llamada “motivos para dar la talla” y que proponen adaptar las tallas de ropa de las pasarelas a unas tallas más realistas, que se adapten más a la talla media de la sociedad. Supongo que esto se quedará aquí, como una simple iniciativa bonita de concienciación, pero a mí me conmueven los pequeños granos de arena. Las mujeres no nos deberíamos medir en un canon de belleza, sino valorarnos por lo que somos y lo que luchamos por ser día a día. No sé donde hay que buscar la felicidad, lo que seguro sé es que no está en una talla.

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Lactancia materna: construyendo el ser humano

Llega el VIII Congreso FEDALMA que tendrá lugar los próximos 1 y 2 de julio de 2011 en Castelldefels (Barcelona). Bajo el lema “Lactancia materna: construyendo el ser humano” se van a reunir especialistas, asesoras de lactancia, doulas, madres y otras personas interesadas en este tema. El objetivo del congreso será potenciar la lactancia materna y su disfrute tanto para las mamás como para los pequeños de la casa desde los vínculos y las ayudas de todo el entorno de las familias. Como cada año, el congreso también tiene la función de formar a las asesoras, informar sobre las últimas investigaciones y ofrecer espacios para dialogar entre profesionales, asesores, asociaciones, grupos de apoyo y madres.

Para más información.

Estar entre amigas es SALUD

Conferencia en Standford:

La última disertación iba sobre la conexión mente-cuerpo -la relación entre el estrés y el malestar físico.

El orador (jefe de psiquiatría en Stanford) dijo, entre otras cosas, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por su salud es cultivar su relación con sus amigas. Al principio, todo el mundo se rió, pero hablaba en serio.

Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida. Físicamente, esta cualidad «tiempo para las amigas» nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades. Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal. ¿Trabajo? Sí. ¿Deportes? Sí. ¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí. Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces.

Las mujeres lo hacen todo el tiempo. Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras hermanas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging o ir al gimnasio.

Hay una tendencia a pensar que cuando estamos «haciendo ejercicio» estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar! Por lo tanto, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestra amiga, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy muy afortunadas. Así queeeeee… brindemos por la amistad con nuestras amigas. Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

Lactancia versus anorexia

Quiero compartir con vosotros la experiencia de una madre que me ha emocionado especialmente.
Ella ha compartido su historia en el ya citado blog Som la Llet, os traduzco algunos párrafos. Disculpad de antemano por la calidad de la traducción:

Amor puro en vena

«Soy Maria, tengo 36 años y he sufrido un trastorno alimentario durante 15 años, llevo 5 años de terapia y he de reconocer que hay un antes y un después des del nacimiento de mi hijo y puedo afirmar categóricamente que mi LACTANCIA juntamente con mi hijo me han curado…

El embarazo fue una gran sorpresa ya que fruto de mi enfermedad las reglas eran escasas y muy irregulares, sabía que no sería fácil quedar embarazada y no entraba dentro de nuestros planes, per de golpe apareció aquél positivo que me hizo tomar conciencia de la importancia de la alimentación. Fue un embarazo que me dejó al abismo, o comía o lo perdía ya que pesaba 52kg y mido 1,79cm. La comadrona que me vio en el primer control me lo dijo muy claro.

El embarazo fue fantástico, sin dolor y con un montón de sensaciones y experiencias que nunca creí que viviera con tanta intensidad. Lo más difícil era la alimentación pero no me rendí y todo salió bien, además mi cuerpo para compensar cogió 25 kg de reservas por si acaso volvía a haber restricciones de comida. Seguí una dieta de embarazadas para no engordarme pero que incluía mucho más de lo que yo hasta entonces conseguía comer, tuve que hacer verdaderos esfuerzos porque me parecía una barbaridad ingerir mil calorías; maldito trastorno, pero lo hice.

El nacimiento de Antonio en un parto normal (completamente intervenido) del que en esos días no tenía queja (ahora sí) vi el milagro de la vida en mis brazos y comenzar a amamantarlo fue una prolongación de este mismo milagro.

Antonio pesó 2.420 gramos y estaba perfecto pero aun y así no pude evitar la tentación de darle bibes de ayuda. Pero como que no podría soltarlo de mis brazos, la lactancia materna se instauró completamente y en menos de un mes él rechazaba las ayudas y yo me sentí capaz de “nutrir” en todos los sentidos y así hasta hoy que han pasado tres años y medio y seguimos.

Cuando afirmo que mi lactancia es responsable en mayor medida de mi recuperación lo hago porque la parte emocional con este vínculo con mi hijo me ha devuelto este amor que me había faltado antes, amor intenso y real en cada mirada y en cada gesto. He tenido el placer de comprobar cómo nos nutrió a los dos al mismo tiempo y como a cada paso yo ganaba seguridad, serenidad y por fin paz conmigo misma. Cada vez que mi hijo me ha regalado un rato de “lechita” para mí era un rato de amor puro.

[…]

Por descontado que recibo amor, afecto y comprensión de mi marido y de mi madre, pero no es similar a este tipo de vínculo que se establece con la lactancia. No quiero hablar de los beneficios para mi hijo porque ya los conocéis de sobras, sólo quería compartir con vosotros los beneficios reales y tangibles que la lactancia ha tenido en mí. Ya no necesito la aprobación del espejo, la lactancia me ha ayudado a ser útil y querida.


No he traducido todo el post para no extenderme. María explica cómo tuvo un aborto posterior y que la lactancia ayudó mucho en todos los sentidos. Me he emocionado con este testimonio, creo que transmite muy bien el vínculo que se consigue con la lactancia entre una madre y su hijo.

¡Buen día a todos!

Mujeres como nosotras, Mario Vargas Llosa (especial San Valentín)

En el día del amor y la amistad… una lectura de  Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010

Todas las flores del desierto están cerca de la luz. Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo. Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino. Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento. Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz. Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y esperan al novio, ilusionadas, con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso. Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos. Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigos de la forma y enemigos del alma. Vértigo de divas y llanto de princesas. La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad…



La bata blanca no les da sabiduría

A las 4 de la mañana (3 horas después de irme a dormir) empezó todo. Mucha gente ha pasado por esto y más estos días, era una gastroenteritis de las buenas. Fue una noche dura, no solamente por encontrarme mal sino porque no podía atender a mi hijo tal y como lo hubiera hecho en otras ocasiones. Entre visitas al baño, le daba el pecho a mi bebé cada vez que este lo reclamaba.  No os daré detalles, seguro que os imagináis que fue duro.

Por fin llegó la mañana y mi hijo se despertó tan tranquilo, así que aproveché para pedir el relevo a mi marido y, además, suplicarle que fuera a la farmacia a por un Primperan, que sabía que me iría bien. No es bueno auto medicarse y menos dando el pecho, así que fui corriendo a la fuente de información más fiable que conozco sobre el asunto: el Hospital de Denia. La división de Pediatría de este hospital ha creado la página web www.e-lactancia.org donde informa de la compatibilidad de los medicamentos, plantas, tóxicos y enfermedades con la lactancia materna.

Consulté el medicamento “por producto” y me apareció la información al instante. El Primperan es un antiemético, que no tengo ni idea de lo que significa, la cuestión es que el riesgo con la lactancia es de 0, literalmente SEGURO, COMPATIBLE.  Y añade: incrementan la producción de leche por aumento de la prolactina.

Es decir, que no solamente puedo tomarlo sino que además aumenta mi producción de leche, evidentemente, advierte sobre no utilizarlo como galactógogo sin control sanitario.

Total, que podía tomar Primperan tranquilamente.

A todo esto llegó mi marido de la farmacia con Ultra levura – un compuesto de bacilos, hongos productores de ácido láctico – y le miré con la cara descompuesta. Llevaba unas 7 horas pasándolo fatal, esperando a tomar algo que me ayudara y me traía «eso». Y entonces me contó que la farmacéutica había leído el prospecto del Primperan y dijo que yo no podía tomarlo porque estaba amamantando a mi hijo. Yo estaba bastante enfadada. Le conté a mi marido que el Primperan era compatible y que fuera a buscar el medicamento cuanto antes. Él, cumplidor, volvió a buscarlo y lo compró aun y con la insistencia de las farmacéuticas que le desaconsejaban que lo tomara sin una prescripción médica por nuestro hijo. Vamos, que se lo vendían  pero que estaba totalmente contraindicado.

El pobre llegó con el medicamento pero hecho un mar de dudas. Tuvimos que llamar a un médico amigo que nos dijo que no pasaba nada pero que tomara un medicamento alternativo. Lo tomé y nada, yo seguía igual de mal.

Así que utilicé el comodín de la llamada a la persona que más me fio de lactancia materna: Alba Padró,que es la persona que atiende las consultas telefónicas en ALBA lactancia materna. La llamé (domingo) y me confirmó que podía tomar Primperan, que no había ningún peligro para el bebé.

Yo estaba la mar de tranquila después de la llamada y quería tomarlo. Mi marido, que había estado bajo la presión de las farmacéuticas, no lo tenía tan claro. Y nuestra decisión fue que él se llevaba el bebé unas horas fuera y yo me tomaba la medicina, lo cual me fue muy bien para descansar. Comencé a sentirme mejor al poco rato.

Lo que me fastidia es que me podía haber tomado el medicamento horas antes, encontrarme mejor y estar con mi familia, y todo porque unas farmacéuticas están desinformadas y se fían de los prospectos, que no hacen más que cubrirse las espaldas.

Dar el pecho no tiene por qué ser sinónimo de sufrir. Por favor, responsables de la salud, ¡informaos! No os quedéis con los apuntes de la facultad, seguid formándoos e intentad estar cerca de expertos sobre la materia. Tuve la suerte de haberme informado y conocer fuentes de información fiables, pero no todo el mundo tiene por qué conocerlas, los profesionales de la salud sí tienen la obligación profesional y moral de estar informados, no las madres!